"El silencio se impone. Mi hijo ha muerto, fue hace mucho, demasiado, y tú…, tú no me hablas de él.
Al principio me escuchabas, me ofrecías tu hombro, ahora, si me oyes nombrarlo bajas la mirada, te incomodo, pero sabes? es mi hijo, nunca callaré, siempre lo llamaré por su nombre, siempre gritaré que soy su madre.
Me dices que olvide, olvidar? no, yo me puedo olvidar de comprar el pan, a un hijo nunca lo olvidaría, da igual que solo lo haya tenido un embarazo conmigo, la huella que ha dejado en mi es imborrable. Tú te dejarías un hijo en el parque? pues yo no me lo dejo fuera de mi corazón ni de mi mente, exactamente igual que a mis hijos vivos.
Te crees que estoy anclada en el pasado, no es así! si lo estuviese no me levantaría por las mañanas, mis ojos siempre estarían enrojecidos, nunca estarían secos. Lo que pasa es que estoy viva, y mi hijo forma parte de mi vida, por eso no me ves llorar, por eso río, por eso disfruto de cada pequeña cosa.
La vida me quitó un hijo, tú me quieres negar su existencia… No temas, mírame a los ojos si hablo, escúchame, no sientas vergüenza si ante algo que yo explique notas humedecer tus ojos, tus lágrimas por mi hijo son oro para mi, pregúntame lo que quieras, te lo responderé todo, no me molesta, al contrario, y sobretodo, dime "Tu hijo" porque me encanta oirlo.
Acéptalo como lo que es, porque yo no pienso callar."
Claro que no debes callar, porque hablar de ello te ayuda, y porque tu testimonio ayuda a otras personas, y sobre todo porque estuvo en tu vientre y formó parte de ti. Un abrazo y Feliz Año, ojalá y este 2015 te vaya devolviendo poco a poco la alegría y te compense esa pérdida con un nuevo embarazo que llegue a buen puerto.
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